Chapter Renacida 81
Capítulo 81
Matias miró a Refugia con firmeza, negando con la cabeza: “Mañana viene mamá. Norma debe estar en casa, tienes que disculparte adecuadamente con ella“.
Su voz era baja, pero yo escuché perfectamente
Lo que Matias quería decir era que mañana la Sra. Fajardo vendría a buscarme y si no estaba, probablemente haria un escándalo con Matias.
En su vida anterior él siempre habla adorado a su madre y siempre hacía lo que ella decía.
Incluso asi me detestara, se casaria conmigo, solo para seguir haciéndome la vida imposible.
“Está bien, en realidad era para Refugia de todos modos“. Dije con una sonrisa forzada, intentando no llorar, y después desvié la mirada de Matías.
Matias suspiró profundamente, con un gesto de disgusto en su cara: “Refugia, saca tus cosas para que Norma los revise. Si no has tomado nada, no hay que temer“.
“¡Matías!” Ella exclamó frustrada, pisoteando el suelo.
“No he entrado a su habitación, la ropa la alisté yo misma, y sobre su pulsera, no tengo idea
de ella“.
Cubri mi boca sorprendida: “¿Así que el pijama lo preparaste tú? ¿Acaso pusiste algo fuerte en tu sopa? ¿Para poder concretar lo tuyo con Matías y así la señora aceptará que estén juntos? ¿No es cierto?”
Conocía demasiado bien a Matías y antes del matrimonio, era muy tradicional, no aceptaria a Refugia de esa manera.
En mi vida anterior, después de ir a su cama, sabia cuánto me detestaba, deshaciéndose de todo lo que había tocado y reemplazándolo por cosas nuevas.
Refugia no sería la excepción, especialmente porque él detestaba a las personas con
malicia.
“Matías, yo solo quería…” La voz coqueta de Refugia resonó, y mi piel se erizó
instantáneamente.
“Norma, Refugia será tu futura cuñada, no puedes hablarle así. Si ella no ha ido a tul habitación, entonces tu pulsera debería estar todavia alli“.
Resopló fríamente.
¿Cómo era que en esta vida Matías no se había dado cuenta de que Refugia era una mujer
astuta?
“Entonces volveré otro día a buscarla, hoy regreso a mi apartamento“.
No quería quedarme ahí ni un minuto más, y justo cuando iba a salir, Matias agarró mil
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Capitulo 81
muñeca: “Es muy tarde, te llevo“.
“No es necesario“.
“¿Otra vez actuando como una niña?”
“Me estás lastimando“. Señalé el lugar que había agarrado que se habia empezado
enrojecer
Solo entonces él aflojó su agarre: “Quédate en casa estos dias, yo te aplicaré la medicina. Las quemaduras no son para tomarse a la ligera“.
Me solte de su mano: “Si me quedo en casa, te interrumpiría a ti y a Refugia. Además, soy doctora, puedo ocuparme de estas quemaduras por mi misma. Temo que si me quedo aquí, habrá muchas más quemaduras“.
Mi comentario era una indirecta hacia Refugia.
Matias funció el ceño: “Refugia ya se disculpó contigo“.
“Dije que disculparse no sirve“.
“¿Entonces qué quieres?”
“Solo si ella se arrodilla y me pide perdón“. Dije con arrogancia, levantando la barbilla y mirando hacia abajo a Refugia, que era medio cabeza más baja que yo, mostrando una sensación de superioridad.
“Norma, eso es demasiado“. Refugia estaba furiosa y llorando a mares, como si fuera a desmoronarse completamente.
“Entonces me voy“.
Me volteé y sali por la puerta.
“Norma, detente“.
Matias gritaba órdenes detrás de mi.
Pero no me volví, decidida a no mirar atrás.
Refugia sollozaba: “Matias, ve y tráela de vuelta. Me arrodillaré para disculparme, si no, mañana la señora pensará que fui yo quien la echo“.
“No quiero que sea tan caprichosa. Mañana le cancelamos su tarjeta negra. Y todas las demás tarjetas. A ver cómo se las arregla“.
Senti un escalofrío por la espalda.
No era de extrañar que en los últimos días Matias me insistiera tanto en que regresara a casa. Era porque la Sra. Fajardo no sabía que me había mudado de la villa a vivir en el apartamento.